1) De audiencia a
usuario
Los medios de comunicación electrónicos, gracias a la
concurrencia de las tecnologías del cable y el satélite, consiguieron en los
años ochenta segmentar temáticamente sus ofertas de programación pasando así
del modelo broadcasting al modelo narrowcasting. La Red ha permitido un grado
más en esta evolución: del narrowcasting al point-casting.
Los servicios de información online no sólo se orientan a
targets con perfiles demográficos, profesionales o económicos similares, sino
que se orientan a individuos, ya que la Red permite responder a las demandas de
información específicas de cada usuario en particular.
La desmasificación de la comunicación pública mediante la
personalización de los servicios de información ya se verifica en las versiones
electrónicas de los medios, así como en las posibilidades de configuración de
algunos buscadores y portales de Internet.
El viejo sueño de la información a la carta se hace
realidad, pero no sustituye las bondades del “menú del día”, clásica oferta de
los medios masivos generalistas. Un modelo de comunicación personalizado a la
medida de cada usuario tiende por definición a eliminar los referentes comunes,
y si no hay una agenda pública, no hay opinión pública.
2) De medio a
contenido
El soporte industrial de producción/difusión ha sido
hasta la era digital la seña de identidad más acusada de los medios de
comunicación. La convergencia de soportes generada por la digitalización,
replantea la identidad de los medios que pivota hacia los contenidos y
revaloriza su imagen de marca.
Hoy los medios comprenden que su negocio es el contenido,
y que en lugar de vender soportes, se trata de generar servicios
multiplataforma a los que el usuario accede desde múltiples terminales en
función de su situación y necesidades.
En este contexto, la imagen de marca confiere valor a los
contenidos aportando credibilidad y prestigio.
3) De
soporte/formato a multimedia
La tecnología digital permite la integración de todos los
formatos de información (texto, audio, vídeo, gráficos, fotografías,
animaciones) en un mismo soporte. Este carácter multimedia de la Red ha
permitido la convergencia de los diversos medios de comunicación en Internet.
Diarios, revistas, emisoras de radio, canales de televisión y hasta películas
de cine se han integrado en un mismo soporte junto a multitud de nuevos
servicios de información, diseñados originalmente como recursos multimedia.
Esta característica de la Red suele dar lugar a la
polémica acerca de su identidad como medio y a la supuesta sustitución de los
medios anteriores. Históricamente, cada nuevo medio en función del potencial
comunicativo del soporte que utilizaba ha desarrollado unos contenidos, un
lenguaje, una sintaxis y una estética propias, a la vez que su emergencia ha
conducido a los viejos medios a redefinir su identidad.
Por una parte, la evolución de las tecnologías de la
información muestra que la dinámica que opera entre viejos y nuevos medios es
la de complementariedad y acumulación, no la de sustitución. Por otra parte,
gracias a los medios clásicos que han proyectado su presencia en la Red,
Internet constituye un meta-medio; mientras que considerando los nuevos
servicios de información surgidos originalmente para la Red, Internet es un
nuevo medio.
4) De periodicidad a
tiempo real
El carácter periódico de la renovación de la oferta
informativa es uno de los paradigmas centrales de la comunicación pública y
base de las industrias informativas. Gran parte de las denominaciones que
utilizamos hacen referencia a la peculiar frecuencia temporal de los medios,
comenzando por “periodismo”. Así, hablamos de: “diarios”, “semanarios”,
“boletines horarios”, “periódicos mensuales”, “revistas quincenales”,
“noticiero del mediodía o de la noche”, “informe semanal”, “anuario”, etc.
La era del tiempo real en la información comenzó en los
ochenta con el fenómeno de la CNN, el primer noticiero mundial de 24 horas en
directo. En los noventa, el paulatino despliegue de medios en la Red así como
el surgimiento de nuevos servicios de información online, ha provocado que el
paradigma de la frecuencia periódica se vea superado por uno nuevo: el del
directo permanente.
La Red hace posible el seguimiento al minuto de la
actualidad informativa, y ya se utiliza en paralelo a la televisión para
retransmitir acontecimientos a escala mundial en tiempo real, como viene
ocurriendo, por ejemplo, con la ceremonia de entrega de los premios Oscar.
Esta nueva temporalidad mediática caracterizada por la
velocidad y la obsesión de inmediatez, hace saltar por los aires -en muchas
ocasiones- los mecanismos de control, verificación y contraste de fuentes,
sacrificados en aras de llegar los primeros. Hoy, los medios corren más riesgo
que nunca de ser manipulados, y se multiplican los casos de falsas noticias, a
veces reconocidas en el transcurso de la misma emisión en la que se lanzaron al
aire.
5) De escasez a
abundancia
El espacio, en los medios impresos, y el tiempo, en los
medios electrónicos, han sido tradicionalmente los recursos escasos en el
sector de la comunicación. Además, en los medios electrónicos, se suma otro
recurso escaso: el espectro electromagnético. Por otra parte, la complejidad de
los sistemas de producción de medios escritos y audiovisuales hacen que sólo
algunas empresas muy poderosas puedan disponer de las costosas infraestructuras
necesarias para poner a disposición del público sus mensajes.
Los medios digitales también trastocan el argumento del
recurso escaso, ya que multiplican los canales disponibles, trasmitiendo mayor
cantidad de información en menor tiempo y a escala universal. No hay límites a
la cantidad de medios que pueden existir en la Red, no hay límites tampoco
sobre el volumen de información que cada uno de ellos puede ofrecer al usuario,
y además el costo de hacer pública la información en la Red es prácticamente
equivalente para todos.
El diseño de servicios de información electrónicos es, en
consecuencia, una alternativa profesional de primera magnitud para los
graduados en Comunicación. No requiere de grandes inversiones en infraestructura,
no requiere permisos ni licencias, no tiene costos de distribución y alcanza
una audiencia universal.
6) De intermediación
a desintermediación
La Red ha puesto en cuestión una de las funciones básicas
de los medios tradicionales y de sus profesiones asociadas: la mediación
profesional de los comunicadores en los procesos de acceso del público a las
fuentes.
El papel tradicional de los editores, gatekeepers, así
como la función clásica de agenda-setting, eran constitutivos del perfil
profesional de los comunicadores y del rol social de los medios. Buscar
información, filtrarla, contrastarla, editarla y publicarla decidiendo acerca
de su relevancia, oportunidad e interés, era hasta ayer una facultad exclusiva
de nuestra profesión, y hoy parece la descripción de las funciones de un portal
de Internet.
Ocurre que la Red, por una parte, permite el acceso
directo del público a las fuentes de información sin la mediación de los
comunicadores profesionales; y por otra parte permite el acceso universal a un sistema
mundial de publicación que funciona, igualmente, al margen de los editores de
los medios tradicionales.
El paradigma de la nueva mediación multiplica el número
de voces, pero a la vez diluye su autoridad al haber fracturado el sistema de
control editorial previo a la difusión pública de información.
7) De distribución
a acceso
Ante el modelo de difusión de los medios convencionales
punto-multipunto de carácter unidireccional y asimétrico, surge un modelo
multipunto-multipunto, multidireccional y simétrico, en el cual los usuarios
acceden a los servidores donde radica la información y además pueden comunicarse
entre sí utilizando el mismo sistema con el que acceden a los medios.
Las nuevas simetrías emergentes permiten a los medios en
línea convertirse en foros y generar comunidades, al tiempo que abren a los
propios usuarios la posibilidad y las herramientas para acceder como
productores a un espacio comunicativo universal.
8) De
unidireccionalidad a interactividad
Frente a la unidireccionalidad propia del modelo de
difusión punto-multipunto, típico de la prensa y de la radio-televisión, la Red
genera un modelo bilateral, debido a su arquitectura cliente-servidor, que en
cierta forma es inverso al anterior.
Al existir un soporte físico común tanto para la
distribución como para el acceso a la información, los proveedores de
contenidos y los usuarios pueden establecer en este canal un vínculo bilateral
ya que sus roles resultan perfectamente intercambiables.
De este modo se proyecta a escala pública el paradigma de
la comunicación telefónica, situación en la cual los interlocutores
intercambian permanentemente sus roles de emisor y receptor gracias a la
utilización del mismo canal.
La interactividad cristaliza en sistemas de feedback más
dinámicos, inmediatos y globales, que paulatinamente se transforman en
mecanismos de encuestas online, ya utilizados para orientar el sentido de las
campañas electorales o el desarrollo de las tramas y la evolución de los
personajes en los seriales de ficción televisiva.
9) De lineal a
hipertexto
Frente al modo lineal o secuencial que ordena la
estructura del discurso en los medios tradicionales, los soportes digitales
permiten un modelo de construcción narrativa caracterizado por la distribución
de la información en unidades discretas (nodos) y su articulación mediante
ordenes de programación (enlaces).
El hipertexto es la nueva frontera tecnológica de la
escritura, y exige nuevas destrezas comunicativas y un mayor esfuerzo de
lectura. La desarticulación del texto, su fragmentación y la posibilidad de
enlazarlo con cualquier otro texto disponible en la Red, desvanece el paradigma
lineal, y con él desaparece también la unidad, la autonomía, la estructura y a
veces hasta la coherencia y el sentido propios de los textos escritos y
audiovisuales.
Motores de búsqueda, metabuscadores, índices temáticos,
portales y páginas de recursos, ayudan a los navegantes a encontrar información
en esta enloquecida Babel y, en el mejor de los casos, a darle sentido. Hay que
aprender a descubrir las conexiones adecuadas, a establecer las relaciones
pertinentes, a recomponer en la lectura el puzzle de textos fragmentados. En
definitiva, hay que aprender a navegar por la información.
Este nuevo paradigma discursivo tiene la virtualidad de
dotar a la escritura y a la lectura de un modelo estructural muy próximo al del
pensamiento, que funciona por procesos asociativos y no de modo lineal.
Precisamente el nacimiento del hipertexto fue motivado por la necesidad de
disponer de sistemas de almacenamiento y recuperación de información que
funcionaran de modo análogo al pensamiento humano.
10) De información a
conocimiento
La superabundancia de información característica de la
era digital, revela la importancia estratégica de los medios como gestores
sociales del conocimiento. El análisis profesional de la información y su
transformación en conocimiento se convierte en el nuevo vector de la actividad
mediática.
Hoy la misión estratégica de los medios es la información
sobre la información, la inteligencia, interpretación, filtrado y búsqueda
efectiva de información, que deben comunicar bajo nuevas claves narrativas y
mediante un amplio repertorio de soportes.
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